Cómo mola ser Superman

Porque puedes volar hasta que nadie te ve, subes más allá de las nubes y sabes que nadie podrá seguirte. Y llegas a ese punto en el que el cielo deja de ser azul. Y empiezas a sentir frío, y a veces hasta se te hace escarcha en la cara. Pero no importa, porque eres Superman.

Y llegas al espacio, miras a tu alrededor, a la Tierra, que se ve preciosa desde aquí, y parece que puedas tocar las estrellas. Y podrías ir y tocarlas si quisieras y pasarte allí una temporada, y crear estrellas nuevas y darles nombres bonitos, porque eres Superman.

Y decides ir al Sol, la fuente de tu poder, y mirarlo durante horas. Y das vueltas a su alrededor, y te acercas a él como cuando de niño te acercabas al fuego de campamento hasta que empezabas a sentir que te quemabas las yemas de los dedos. Pero no te quemas, porque eres Superman.

Y piensas que el día de su cumpleaños la irás a buscar y la llevarás a dar una vuelta. No hasta el espacio, porque ella no es como tú y aquí no puede respirar. Pero tal vez puedas llevarla hasta que le empiece a aparecer escarcha en las mejillas. Y volver a bajar poco a poco hasta la azotea del edifico más alto, y tener que irte corriendo porque el mundo no puede vivir sin ti, porque eres Superman.

Cómo mola ser Superman.